Português
"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 62
Interacciones Sociales y el Cerebro
Existen influencias sociales que afectan el cerebro, las cuales tienen directo impacto en su habilidad para que aprenda en forma óptima. La importancia de la influencia social positiva en la fisiología y el comportamiento está bien establecida.
En las dos décadas pasadas, los infantes han sido reconocidos cada vez más como personas buscadoras y proveedoras de interacciones sociales y comunicación. A pesar que mucho del aprendizaje temprano parece ser automático, este requiere de un ambiente naturalmente enriquecido y estimulante, en el cual la interacción social es muy importante (Blakemore, Winston y Frith, 2004).
Estudios en orfanatos de Rumania han mostrado que la falta de cuidado de la salud emocional puede conducir a problemas emocionales y de comportamiento (O’Connor, Bredenkamp y Rutter, 1999).
Otro estudio sobre la crianza de niños en ambientes sociales extremos, en los cuales fueron privados de cualquier cuidado normal, encontró que tal privación puede producir cambios permanentes en la química del cerebro, disminución de la producción de hormonas tales como la oxitocina, que son necesarios e importantes en la formación de los lazos de unión interpersonal y la interacción social.
Estos hallazgos apoyan la opinión que es crucial el rol de la experiencia social temprana en el desarrollo de los sistemas cerebrales subyacentes que son aspectos claves en el comportamiento social humano (Fries y colaboradores, 2005).
En las dos décadas pasadas, los infantes han sido reconocidos cada vez más como personas buscadoras y proveedoras de interacciones sociales y comunicación. A pesar que mucho del aprendizaje temprano parece ser automático, este requiere de un ambiente naturalmente enriquecido y estimulante, en el cual la interacción social es muy importante (Blakemore, Winston y Frith, 2004).
Estudios en orfanatos de Rumania han mostrado que la falta de cuidado de la salud emocional puede conducir a problemas emocionales y de comportamiento (O’Connor, Bredenkamp y Rutter, 1999).
Otro estudio sobre la crianza de niños en ambientes sociales extremos, en los cuales fueron privados de cualquier cuidado normal, encontró que tal privación puede producir cambios permanentes en la química del cerebro, disminución de la producción de hormonas tales como la oxitocina, que son necesarios e importantes en la formación de los lazos de unión interpersonal y la interacción social.
Estos hallazgos apoyan la opinión que es crucial el rol de la experiencia social temprana en el desarrollo de los sistemas cerebrales subyacentes que son aspectos claves en el comportamiento social humano (Fries y colaboradores, 2005).
"Understanding the Brain: The Birth of a Learning Science", 2007, page 62