lunes, 29 de junio de 2009

El Lenguaje y Sus Periodos Sensibles (1)

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El Lenguaje y Sus Periodos Sensibles (1)
Áreas Cerebrales del Lenguaje

El cerebro está biológicamente preparado para adquirir el lenguaje. Chomsky (1959) propone que el cerebro está equipado con una receta para hacer que las secuencias de sonidos representen un significado, lo que es análogo a un sistema de la traducción de la información sensorial en representaciones abstractas de los objetos.

Es decir, el cerebro está diseñado a través de la evolución para procesar determinados estímulos de acuerdo con determinadas normas universales a todos los idiomas. De hecho, existen estructuras cerebrales especializadas del lenguaje. Las investigaciones han establecido el papel desempeñado por el giro frontal inferior izquierdo y el giro medio posterior izquierdo (el área de Broca y de Wernicke, respectivamente).

El área de Broca, descrita desde hace mucho tiempo como la relacionada con la producción del lenguaje, está ahora asociada con una gama más amplia de funciones lingüísticas (Bookheimer, 2002). Mientras que, el área de Wernicke está implicada en la comprensión semántica (Bookheimer y colaboradores, 1998; Schill-Thompson y colaboradores, 1999).

Fundamentalmente, estas estructuras son las áreas de mayor nivel de procesamiento lingüístico y; por lo tanto, no se limitan a la simple transformación de los estímulos auditivos – si no al entendimiento de lo percibido. La información visual puede ser también procesada lingüísticamente, como en el caso del lenguaje de signos.

Aunque ciertas estructuras cerebrales están biológicamente preparadas para el lenguaje, el proceso de adquisición del mismo necesita ser acelerado y favorecido por la experiencia.

"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 85




Nota:
Áreas del Lenguaje


La primera región del cerebro en ser reconocida como asiento de las funciones del lenguaje fue la parte posterior del tercer giro frontal izquierdo (área opercular izquierda o área 44 de Brodman) según las observaciones del anatomista Francés Pierre Paul Broca en 1861, en un paciente que presentaba notable reducción de la capacidad expresiva.

Luego en el año de 1874 el neurólogo y psiquiatra alemán Karl Wernicke reconoció otro tipo de alteraciones del habla que presentaba gran fluidez, usando vocablos anormales en su expresión, pero que no comprendía el sentido de las palabras, la lesión se encuentra en parte media y posterior del primer giro temporal del hemisferio izquierdo, en la vecindad del área auditiva.

Comentario basado en el libro "Neuroanatomía Funcional" de Jairo Bustamante B. 26th ed. 2005, página 324