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"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 116
“¿Existe Un Cerebro Izquierdo y Otro Cerebro Derecho?” (4)
Desde los 70s, Surgen Más Neuromitos Sobre el “Cerebro Dividido”
Desde los 70s, Surgen Más Neuromitos Sobre el “Cerebro Dividido”
Este conjunto de hallazgos ([1], [2]) estaba maduro para la aparición de más neuromitos. Durante los 1970s, en “The Psychology of Consciousness” (La Psicología de la Conciencia) de Robert Ornstein se plantea la hipótesis de que los "Occidentales" utilizan principalmente la mitad izquierda de su cerebro, con un hemisferio bien entrenado gracias a su enfoque en el lenguaje y el pensamiento lógico. 
Sin embargo, los “Occidentales” se olvidan de su hemisferio derecho y, por tanto, de su pensamiento emocional e intuitivo. Ornstein asocia el hemisferio izquierdo con el pensamiento lógico y analítico de los "Occidentales"; y el hemisferio derecho con el emocional, intuitivo y "Oriental" modo de pensar.
El tradicional dualismo entre la inteligencia y la intuición es lo que concedió un “Origen Fisiológico”; sobre la base de la diferencia entre los dos hemisferios del cerebro. Aparte del muy discutible aspecto ético de las ideas Ornstein, ellas son el resultado acumulado de malas interpretaciones y distorsiones de los resultados científicos disponibles.
Otra idea generalizada, sin fundamento científico, establece que el hemisferio izquierdo tiende a procesar rápidamente los cambios, analiza los detalles y características de los estímulos; mientras que, el hemisferio derecho procesa simultáneamente las características generales de los estímulos. Este modelo sigue siendo puramente especulativo. A partir de las diferencias entre el hemisferio verbal (la izquierda) y el hemisferio no verbal (la derecha), un número creciente de conceptos abstractos y las relaciones entre las funciones mentales y los dos hemisferios ha hecho su aparición en el escenario de los neuromitos, moviéndose más y más lejos de los resultados científicos.
Poco a poco, más mitos surgieron en los que los dos hemisferios están asociados no sólo con dos modos de pensar, sino como revelaciones de dos tipos de personalidad. Los conceptos de "Pensamiento del Cerebro Izquierdo" y el "Pensamiento del Cerebro Derecho", junto con la idea de un hemisferio dominante, condujo a la idea de que cada individuo depende sobre todo de uno de los dos hemisferios, con distintivos estilos cognitivos. Una persona racional y analítica podría ser caracterizada como "Cerebro Izquierdo", una persona intuitiva y emocional como "Cerebro Derecho".
La idea de que las “Sociedades Occidentales” se centran sólo en la mitad de nuestras capacidades mentales ("nuestro modo de pensar del cerebro izquierdo") y el abandono de la otra mitad ("nuestro modo de pensar del cerebro derecho") se extendió, y algunos especialistas en educación y en sistemas educativos se subieron dicha tendencia para recomendar que las escuelas cambiar sus métodos de enseñanza de acuerdo con el concepto de hemisferio dominante.
Educadores como M. Hunter y E.P. Torrance afirmaron que los programas educativos se hicieron principalmente para el "Cerebro Izquierdo" y favorecer a las actividades que dependen del cerebro izquierdo; como la de siempre estar sentado en la clase o el aprendizaje del álgebra, en lugar de favorecer el hemisferio derecho, al permitir a los estudiantes a estirarse y aprender geometría. 
Por lo tanto, se idearon métodos que buscaron comprometer a los dos hemisferios, o incluso hacer hincapié en las actividades relacionadas con el hemisferio derecho. Un ejemplo es "mostrar y contar": en lugar de sólo lectura de los textos a los estudiantes (acción del hemisferio izquierdo), el maestro también muestra imágenes y gráficos (acciones del hemisferio derecho). 
Otros métodos utilizan la música, metáforas, juegos de rol, la meditación, o el dibujo, todo para activar la sincronización de los dos hemisferios. Sin duda, han servido para promover la educación mediante la diversificación de sus métodos. Sin embargo, en la medida en que se han fundamentado en teorías del cerebro; estos planteamientos se basan en erróneas interpretaciones científicas; como que las funciones de las dos mitades del cerebro son independientes, cuando las cuales no pueden ser tan claramente separadas.
Sin embargo, los “Occidentales” se olvidan de su hemisferio derecho y, por tanto, de su pensamiento emocional e intuitivo. Ornstein asocia el hemisferio izquierdo con el pensamiento lógico y analítico de los "Occidentales"; y el hemisferio derecho con el emocional, intuitivo y "Oriental" modo de pensar.
El tradicional dualismo entre la inteligencia y la intuición es lo que concedió un “Origen Fisiológico”; sobre la base de la diferencia entre los dos hemisferios del cerebro. Aparte del muy discutible aspecto ético de las ideas Ornstein, ellas son el resultado acumulado de malas interpretaciones y distorsiones de los resultados científicos disponibles.
Otra idea generalizada, sin fundamento científico, establece que el hemisferio izquierdo tiende a procesar rápidamente los cambios, analiza los detalles y características de los estímulos; mientras que, el hemisferio derecho procesa simultáneamente las características generales de los estímulos. Este modelo sigue siendo puramente especulativo. A partir de las diferencias entre el hemisferio verbal (la izquierda) y el hemisferio no verbal (la derecha), un número creciente de conceptos abstractos y las relaciones entre las funciones mentales y los dos hemisferios ha hecho su aparición en el escenario de los neuromitos, moviéndose más y más lejos de los resultados científicos.
Poco a poco, más mitos surgieron en los que los dos hemisferios están asociados no sólo con dos modos de pensar, sino como revelaciones de dos tipos de personalidad. Los conceptos de "Pensamiento del Cerebro Izquierdo" y el "Pensamiento del Cerebro Derecho", junto con la idea de un hemisferio dominante, condujo a la idea de que cada individuo depende sobre todo de uno de los dos hemisferios, con distintivos estilos cognitivos. Una persona racional y analítica podría ser caracterizada como "Cerebro Izquierdo", una persona intuitiva y emocional como "Cerebro Derecho".
La idea de que las “Sociedades Occidentales” se centran sólo en la mitad de nuestras capacidades mentales ("nuestro modo de pensar del cerebro izquierdo") y el abandono de la otra mitad ("nuestro modo de pensar del cerebro derecho") se extendió, y algunos especialistas en educación y en sistemas educativos se subieron dicha tendencia para recomendar que las escuelas cambiar sus métodos de enseñanza de acuerdo con el concepto de hemisferio dominante.
Educadores como M. Hunter y E.P. Torrance afirmaron que los programas educativos se hicieron principalmente para el "Cerebro Izquierdo" y favorecer a las actividades que dependen del cerebro izquierdo; como la de siempre estar sentado en la clase o el aprendizaje del álgebra, en lugar de favorecer el hemisferio derecho, al permitir a los estudiantes a estirarse y aprender geometría. 
Por lo tanto, se idearon métodos que buscaron comprometer a los dos hemisferios, o incluso hacer hincapié en las actividades relacionadas con el hemisferio derecho. Un ejemplo es "mostrar y contar": en lugar de sólo lectura de los textos a los estudiantes (acción del hemisferio izquierdo), el maestro también muestra imágenes y gráficos (acciones del hemisferio derecho). 
Otros métodos utilizan la música, metáforas, juegos de rol, la meditación, o el dibujo, todo para activar la sincronización de los dos hemisferios. Sin duda, han servido para promover la educación mediante la diversificación de sus métodos. Sin embargo, en la medida en que se han fundamentado en teorías del cerebro; estos planteamientos se basan en erróneas interpretaciones científicas; como que las funciones de las dos mitades del cerebro son independientes, cuando las cuales no pueden ser tan claramente separadas. 
"Understanding the Brain", The Birth of a Learning Science, 2007, page 116
(Continuara...)
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